Los hidratos de carbono simples son azúcares que están presentes tanto en los alimentos que ingieres como en las bebidas que tomas. Mientras que algunos de ellos forman parte naturalmente de la comida, otros son agregados como azúcar extra en muchos productos industrializados. 

El organismo emplea los carbohidratos para fabricar glucosa, la sustancia que las células consumen como energía.

Algunos carbohidratos se almacenan en los músculos y el hígado en forma de glucógeno para un uso posterior, pero existe cierto tipo que el cuerpo utiliza inmediatamente. Sirven, por ejemplo, para tratar las caídas bruscas de la glucosa en sangre en los pacientes de diabetes y para aumentar nuestra energía inmediatamente.

Con una porción de refresco, jugo de naranja, uvas pasas, leche light se puede tratar la hipoglucemia derivada de haber dejado pasar mucho tiempo entre las comidas o debida a una ingesta pobre de hidratos de carbono. De todas maneras, siempre es recomendable consultar con un médico para diseñar un plan alimentario adecuado según las propias condiciones de salud.

Por otra parte, los hidratos simples representan una importante fuente nutricional para deportistas de alto rendimiento. Si corres carreras de competencia o practicas ejercicio aeróbico por un periodo prolongado de tiempo, necesitas una dosis suficiente de carbohidratos para reponer energías. Los músculos te demandarán estos nutrientes antes, durante y después del entrenamiento. Una banana, un yogur con frutas o una barrita energética son buenas opciones.

 

¿DÓNDE ENCONTRARLOS?

Naturalmente: lácteos (que contienen lactosa, un azúcar propio de la leche), frutas frescas y sus derivados como zumos naturales y frutas secas. Constituyen excelentes alimentos para elevar rápidamente el nivel de azúcar en sangre de forma sana.

Agregados: normalmente, durante el proceso de fabricación de las comidas procesadas se agregan azúcares simples para dar más sabor. En las etiquetas de los alimentos envasados puedes encontrar el porcentaje de azúcares añadidos. Los azúcares de rápida acción que suelen agregarse en la comida industrializada son jarabe de maíz de alta fructosa, dextrosa, sucrosa, jarabe y endulzante de maíz. Tortas, tartas, galletas, leche condensada, budín, gelatina, golosinas, frutas enlatadas, postres, batidos y algunos jugos de frutas son productos ya preparados que suelen contener este tipo de nutrientes.

No es muy recomendable consumir este tipo de sustancias agregadas, pues se relacionan con obesidad, sobrepeso y diabetes, y debemos tener en cuenta que hoy en día a la mayoría de los productos industrializados son agregados estos en cantidades superiores a las que debemos consumir, por lo que se recomienda moderar su ingesta y que el azúcar no represente mas del 10% de las calorías totales en un día.